Algunas cosas que quisiera guardar donde sea que el día se trague a la noche
Un sentimiento
Un perro invisible ladra en alguna parte de esta frontera, y la luz se vuelve, poco a poco, despiadada con el día, y un pájaro habla sin parar con alguien o algo a quien yo no puedo ver ni sentir.
El lamento se entremezcla, se corta con todo lo que la vista contiene, se escurre de la mente y pasea, descalzo, por este nido de sentimientos.
La necesidad de unas horas limpias y sencillas me quita el sueño que olvidé ayer, y el sol sin lágrimas, enorme, se baña indiferente a todo en el mar ciego, cercano, inmenso, azul.
Grupos de pájaros pequeñitos, casi de tres en tres, planean hasta donde parece empezar la nada.
Quizás son absurdas, incomprensibles las letras que me rondan, pero, lo cierto es que un nuevo día abre la puerta, y yo he entrado con los brazos abiertos, dispuestos a abarcarlo todo.
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